
Debido a la atención internacional que atraería, una victoria en el caso de Mumia Abu-Jamal ––uno de los presos políticos con mayor reconocimiento en el mundo–– crearía una crisis de legitimidad en el sistema de encarcelamiento masivo en Estados Unidos y señalaría el principio del fin de ello. Las violaciones constitucionales en este caso son excepcionales, pero también típicos de un problema más grande en la administración de justicia en Estados Unidos, especialmente en los tribunales locales que encarcelan desproporcionadamente a las comunidades de color en ciudades como Filadelfia, entre otras. Las violaciones en el caso de Abu-Jamal son excepcionales debido a la naturaleza politizada del caso, el cual involucra el asesinato de un policía blanco por un hombre negro; además, antes de su detención, Abu-Jamal estaba fuertemente vigilado por el FBI y el Departamento de Policía de Filadelfia debido a su activismo y su periodismo disidente. Sin embargo, la mayoría de las violaciones en su caso también abordan la crisis más amplia del encarcelamiento ilícito en el sistema de justicia penal estadounidense. Éstas incluyen corrupción y manipulación de pruebas por parte de la policía para conseguir una condena, mala conducta procesal, prejuicio judicial, y discriminación en la selección del jurado. Durante los últimos 40 años, estas violaciones han producido el encarcelamiento desproporcionado de gente de color en Estados Unidos y han hecho del encarcelamiento masivo de africano-americanos y latinos una de las crisis de derechos humanos más graves de nuestros tiempos.
Para:
Procurador General Eric Holder, Departamento de Justicia, EE. UU. Gobernador Tom Corbett, Oficina del Gobernador de Pensilvania
Fiscal R. Seth Williams, Oficina de la Fiscalía de Filadelfia
Nosotros, los abajo firmantes, llamamos al Procurador General de Justicia Eric Holder y al Departamento de Justicia de Estados Unidos a intervenir en el caso de Mumia Abu-Jamal. En 2011, la pena de muerte para este mundialmente renombrado periodista fue declarada inconstitucional y conmutada a una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional por el presunto asesinato del policía Daniel Faulkner en Filadelfia en 1981. Abu-Jamal es un destacado ciudadano que ha sido procesado en base a su perfil racial y acosado debido a sus filiaciones políticas por el Departamento de Policía de Filadelfia, el cual cuenta con una larga historia de brutalidad y corrupción. Durante treinta años, se le han negado sus derechos más básicos.
La corrupción policial sistémica, la mala conducta judicial y de la fiscalía, y la continua afirmación de inocencia de Abu-Jamal han convertido este caso en un símbolo global de la justicia fallida en Estados Unidos. En 2000, Amnistía International encontró que el caso “estaba irremediablemente manchado por cuestiones políticas y raciales y no cumplió con las mínimas normas internacionales para un juicio imparcial.”
Dado que durante 28 años Abu-Jamal fue indebidamente sometido a condiciones inhumanas en el corredor de la muerte, dado que se le han negado sus derechos a un juicio imparcial bajo la Quinta Enmienda a la Constitución, y dado que ha existido una ininterrumpida historia de corrupción y conspiración policiaca en este caso, llamamos al Departamento de Justicia a recomendar que el gobernador Tom Corbett de Pensilvania libere a Mumia Abu-Jamal de prisión inmediatamente.
Mala conducta judicial y de la fiscalía
- El caso de la fiscalía se basa en la suposición errónea que sólo tres personas estuvieron presentes en el momento de los disparos, pero una cuarta persona ––el probable perpetrador–– se le vio huir de la escena después de que el oficial Faulkner recibió disparos. La policía, el fiscal Joe McGill, y el juez que presidió el juicio original suprimieron esta información tanto de la defensa como del jurado.
- Abu-Jamal fue encontrado culpable en ausencia de pruebas materiales. No se comprobó que la bala que mató al oficial Faulkner haya salido del arma de Abu-Jamal. La policía no realizó estudios de rutina de las manos de Abu-Jamal, las cuales hubieron determinado que él no disparó un arma esa noche.
- Las fotografías de la escena del crimen sacadas por un periodista free-lance ––las cuales refutan puntos claves de la teoría del caso del Estado–– nunca se hicieron disponibles a la defensa o al jurado.
- Una estenógrafa del tribunal dio testimonio en una declaración jurada que durante el juicio ella escuchó al juez Albert Sabo decir: “Les voy a ayudar a freír al nigger”.
Corrupción policial
- En 1979, el Departamento de Justicia federal presentó una demanda sin precedente contra el alcalde de Filadelfia y 21 mandatarios de la policía y del gobierno de la ciudad. ¿Sus conclusiones? Que el comportamiento del Departamento de Policía ––el cual incluía disparar a sospechosos no violentos, abusar de presos esposados, y manipular pruebas–– “conmueve la conciencia.”
- Los oficiales que detuvieron y brutalizaron a Abu-Jamal eran del Distrito 6, el cual se encontraba bajo otra investigación federal por corrupción policial conducida por la oficina de la Procuraduría de Justicia federal en Filadelfia, con la aprobación del Departamento de Justicia de Estados Unidos bajo Ronald Reagan.
- Como resultado, por lo menos un tercio de los 34 oficiales involucrados en el caso de Abu-Jamal, incluyendo el oficial de rango más alto en la escena del crimen, el inspector Alfonzo Giordano, fueron subsecuentemente encontrados culpables de corrupción absoluta, extorsión y manipulación de pruebas para conseguir condenas.
Hacemos un llamado al Departamento de Justicia a apoyar la liberación de Mumia Abu-Jamal.
Espero que el nuevo presidente de los EEUU cuando haga un repaso en los asuntos carcelarios de su país se detenga en el caso Mumia y se de cuenta de la injusticia que se ha cometido en el caso y que de inicio en breve a un proceso de excarcelación, ya es tiempo de dejar a un lado el odio, el racismo y las formas de injusticia y pido al gran Señor que se de la voluntad.
Free mumia