por Mumia Abu-Jamal
El nombre J. Michael Eakin será desconocido, tal vez, para personas que viven fuera del estado de Pensilvania. Pero entre los jueces, él era un superestrella. Durante 20 años, el formaba parte de los tribunales de apelación más altos del estado. Seis años en el Tribunal Superior y catorce en la Suprema Corte de Pensilvania ––hasta su reciente suspensión y subsecuente jubilación después de lo que ha sido llamado “Porngate”. En este escándalo los jueces y procuradores estatales intercambiaron entre sí fotos de naturaleza sexual, pornográfica y racista.
La Procuradora de Pensilvania, Kathleen Kane, la primera mujer que desempeña este cargo, denunció estos embustes, y los jueces empezaron a caer como hojas de otoño.
Y mientras la prensa se ha excitado por las revelaciones sexuales, los comentarios y caricaturas racistas han recibido menos atención.
No sorprende que la Suprema Corte de Pensilvania está formada totalmente por blancos, o que también hay un factor de clase en juego ahí.
La mayoría de los estadounidenses, más de 70%, nunca han asistido a la universidad. Los jueces, quienes eran abogados primero, se encuentran entre las personas más educadas del país.
No es casualidad que el gran observador Alexis de Toqueville, en su obra clásica Democracia en América, se refiere a los abogados como “la última aristocracia de América”. Y como tal, invariablemente menosprecian a sus compatriotas que tienen un nivel de educación más bajo.
Esto también fue un factor en los correos electrónicos, caricaturas e historietas de “Porngate”. El alto oficial escupe sobre los pobres, los empobrecidos, la “chusma”, la gente trabajadora.
En Estados Unidos, los poderosos desprecian a la gente sin poder. Por eso son tan despiadados cuando esta clase de gente se presenta ante ellos, pidiendo compasión te de los que no tienen compasión para ofrecer.
Todos son “duros contra el crimen” hasta que ellos mismos estén en el banco de los acusados.
Desde la nación encarcelada, soy Mumia Abu-Jamal.
–© ‘16maj
30 de marzo de 2016
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
Photo: Jennifer Beach, Prison Radio
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